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La libertad del Camino de Santiago

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Inma Tamayo

Hoy han terminado el Camino de Santiago seis peregrinas, internas de la prisión de Brieva en Ávila. Presas en la prisión pero libres en el Camino, y con una gran fortaleza interior: “Hemos abandonado a lo largo del camino los pesos que llevábamos, y no los de la mochila, sino los que uno lleva interiormente”.

Hace 10 años que este proyecto nace de Julia y Yolanda, trabajadoras del centro penitenciario, que se atrevieron a soñar en hacer el Camino de Santiago con internas:
“Ya desde el primer año fue una experiencia muy intensa -nos cuenta Julia- dura, porque todo era nuevo para nosotras, pero han pasado diez años y seguimos viniendo aquí.

En el proyecto hemos estado las mismas trabajadoras pero cada año ha sido, para diferentes internas, una experiencia inolvidable. Para mí cada año es distinto, es el mismo trayecto pero diferentes personas quienes lo hacen. Yo sigo aquí porque creo en ellas, son 100 internas las que han hecho el Camino de  Santiago y, si puedo, yo voy a seguir en esto.

Durante el camino tenemos oportunidad de hablar mucho más que en nuestra vida rutinaria de la prisión. Cada día partíamos con una frase para pensar a lo largo de la Jornada y por la noche nos reuníamos para compartir lo que durante la etapa habíamos reflexionado. Hemos tenido noches muy intensas donde hemos acabado todas llorando".

Y por si todo esto se llega a olvidar, cosa que ninguna cree que vaya a suceder, el diario que han escrito con todas las anécdotas, datos, comidas y kilómetros… les hará recordar lo que han vivido.
Inma Tamayo


Hemos recogido el testimonio de las seis peregrinas:
Conchi: Pensaba que el Camino iba a ser más difícil pero con mis compañeras todo ha ido muy bien, haber conseguido terminar, llegar aquí a Santiago, ha sido lo mejor. ¡¡Estoy muy contenta!!
La experiencia ha sido estupenda. He pensado mucho en una hermana que se murió y en mi madre, han caminado conmigo.
Nos dicen que Conchi ha sido de una gran ayuda para todas en el Camino

Ruth (de Bolivia): Ha sido una experiencia maravillosa, convivir con mis compañeras ha sido muy lindo. No esperaba llegar pero ¡aquí estoy! Me he llenado mucho de emoción al llegar, lloré. Esto me ha llenado el vacío que yo tenía, vengo con mucha Fe. Espiritualmente han caminado conmigo mis hijos, he pedido por su salud, por su futuro y un deseo ha estado todo el tiempo conmigo: “mi libertad”.
Consuelo: Yo pensé que no lo terminaba porque me han pasado muchas cosas en el camino. Tengo los pies llenos de ampollas, me he mareado… pero he tenido fuerzas para terminarlo. Llegar a conseguir algo importante me ha empujado, porque son cosas que no te crees que puedas hacer y luego, cuando te ves aquí…: ¡¡Lo he hecho!!  Es muy emocionante. Descubrir nuevas energías dentro de mí para conseguir las cosas, ya no se me pone nada por delante. A partir de ahora hay un antes y un después.

Andrea: Yo tampoco pensaba que iba a llegar, pero la fuerza que uno tiene, mentalmente te dices: ¡tú puedes! porque si uno siempre se dice: ¡no vas a poder! nunca consigues nada. Llegar a Santiago es una meta muy grande. El sentimiento de libertad que hay en el Camino es muy importante para nosotras y nos hace sentirnos muy afortunadas.
Pensar en mi hijo ha sacado lo mejor de mí todo el tiempo. Me he fortalecido, ayudada por todas las que han venido conmigo, desde la calle no lo hubiera hecho. Esto ha sido algo muy grande. ¡Ahora para adelante!

Elcira (Paraguay): Llegar hasta aquí ha sido una experiencia maravillosa, son cosas que nunca piensas que vas a hacer, lo hemos logrado todas y aquí estamos. ¡Una sorpresa! ¡un regalo!
Ha sido duro, porque es caminar con muchas cosas que tenemos por dentro, no es solamente el peso de una mochila. Y durante el Camino se han soltado muchísimas cosas, las cosas que no interesa llevar dentro las hemos soltado y hemos recogido cosas muy buenas, hemos hecho un intercambio en nuestro interior.
Es muy emotivo, algo único, cosas que no se pueden describir, porque hacer este camino no solamente depende de nuestra capacidad física sino de nuestra capacidad mental y sobre todo de la fuerza espiritual.

Genesis (República Dominicana): Buf!! ¡Nunca pensé que iba a caminar tanto! Pero… todo depende de la fuerza de voluntad que cada cual tenga, sin quitar que la experiencia con mis compañeras ha sido alentadora.
Pensar en "mi niña" ha tirado de mí durante todo el camino. Ahora nos toca devolver a todos los que nos rodean todo lo que hemos recibido.



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