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Tal como estás, tal como eres

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Inma Tamayo

Tener trabajo, pocos días de vacaciones, estar enfermo, o tener hijos pequeños pueden ser impedimentos que creas que no te permiten hacer el Camino. Si esperas a no tener ninguna dificultad, a tener todo resuelto, a tener tiempo, salud, amor y dinero… nunca harás el Camino de Santiago.

Si estás solo ante las dificultades siempre puedes buscar a alguien que pueda ayudarte.

Ya hemos hablado anteriormente en este en el blog de la asociación “El Camino en familia”. Su experiencia como familias: -tener hijos, abuelos, pocas vacaciones…- y su experiencia con la dificultad que conlleva la enfermedad: -muchos conviven con enfermos de E.L.A. (Esclerosis Lateral Amiotrófica)-, les capacita para organizar peregrinaciones para las familias.

Y les capacita muy bien, porque este verano ya ha llegado el segundo grupo organizado por ellos.

¿Cómo les ha ido?

Mejor no preguntar, porque la respuesta es obvia: ¡Espectacularmente bien! Han llegado a Santiago con las credenciales de un grupo de enfermos de ELA que apadrinan alguno de los peregrinos y a los que mantienen informados todos los días, mandándoles fotos y videos del Camino realizado cada etapa.
Todos dan testimonios de que ni la edad, ni los hijos pequeños, ni las demás dificultades que puedan aparecer son impedimento para peregrinar hasta Santiago.

Tal como estás en este momento, con la realidad que estés viviendo, puedes apartar todo unos días, coger tu mochila, tus botas y salir al Camino, Santiago Apóstol intercederá por ti para que tu peregrinación sea un encuentro con Aquel que te espera.

One Response so far.

  1. Estimada Inma. Muchas gracias por tus palabras, que resumen muy bien lo que ha sido este Camino para todo el grupo. Me hubiese encantado que alguno de nosotros hubiésemos podido escribir algo en su momento, pero san tantas emociones vividas durante la semana, que se concentran y hacen presentes en el momento de pisar la Plaza del Obradoiro, que es muy difícil hacerles parar un rato para pasmarlo en unas pocas palabras.
    Yo he tenido la suerte de coordinar este grupo, que comencé con 40 peregrinos, y me atrevo a decir, que lo terminé con 40 amigos. En nuestra página web aparecen algunos de los impresionantes testimonios del grupo. Cada uno lleva detrás su pequeña historia de emociones que hacen que para mí cada Camino sea especial, a pesar de que ya llevo unos cuentos a mi espalda (o a mis pies, según se vea). Cuarenta desconocidos que se juntaron en Sarria, se unieron, apoyaron, empujaron, entre sí, para llegar JUNTOS, EN FAMILIA, a Santiago. En los momentos que fallaban las fuerzas, las encontrábamos en Caminar Por Los que No Pueden, apadrinando y a acompañados virtualmente de enfermos de ELA, y ayudando, además a difundir el conocimiento sobre la desconocida enfermedad...
    No quiero terminar este comentario sin compartir una reflexión que hice con alguno de los peregrinos del grupo: El éxito de cada Camino no depende tanto de la organización que lleve, sino de la actitud del Peregrino.

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