Comenzamos con mucha ilusión, con muchas fuerzas y con el
anhelo de pasarlo bien disfrutando del paisaje, del entorno y sus gentes y,
sobre todo, de poder hablar con la familia de muchas cosas que a diario y por
las prisas desatendemos por completo.
El Camino, en definitiva, sirve para conocer a los demás y a
uno mismo. Te ayuda a meditar y a valorar lo que realmente merece la pena, que
no es precisamente lo material, sino más bien lo espiritual.
Os animamos que comprobéis por vosotros mismos esta
experiencia. Y, por último, aunque parezca que las fuerzas se acaban, cuando te
vas acercando al final, el Apóstol Santiago te empuja a seguir y a no sentir
dolor alguno, consiguiendo por fin la meta deseada".
José Miguel, Mª paz, Sergio y Miguel
Parroquia Castrense de Valdemoro - Madrid
