Gerardo ha llegado hoy a Santiago, es de Mérida, Venezuela.
Gerardo comenzó un día a soñar en hacer el Camino de Santiago y su familia
creyó que ese sueño podía hacerse realidad. Viajaron a España y consiguieron
una silla, de las que se utilizan para atravesar campo a través, y se
prepararon para cumplir la hazaña.
Allí en Mérida quedaron los amigos y familiares y dos
comunidades conventuales que estuvieron en oración continua para que el camino
se realizara sin incidentes: el Monasterio Trapense Ntra. Sra. de los Andes y el
Monasterio de las Carmelitas descalzas de Mérida. Ellos también realizaron el Camino
espiritualmente, etapa por etapa.
Nada más llegar a la Oficina del Peregrino Gerardo comenzó a
pensar en el regalo que llevaría a Mª Estrella, hermana del convento Carmelita.
Han caminado cuatro personas llevando la silla de Gerardo y
muchas más que a lo largo del Camino se han visto impresionadas por la fuerza
espiritual de esta familia a la que no le paran las barreras para dar
oportunidad a los que por discapacidad u otros motivos sueñan con hacer grandes
proyectos.
Ellos nos lo cuentan así:
Todo comenzó con un sueño: “Gerardo quería hacer el Camino
de Santiago”. Nos pusimos de acuerdo varios amigos, su madre y su hermano y nos
pusimos a la obra.
Empezamos en sarria con mucho ánimo y finalmente llegamos a Santiago
después de largos días de lluvia.
El sueño se cumplió, gracias a Dios y al Apóstol Santiago. De
esta manera queremos difundir nuestro mensaje de integración de los
discapacitados a la sociedad mediante el deporte.
Cabe destacar que desde Venezuela nos acompañaron
espiritualmente las hermanas Carmelitas y los padres Trapenses.
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BIENVENIDOS!!!