Hay varios Santiago en el Nuevo Testamento, por ello es preciso identificar bien a nuestro Santiago.
En el mismo N.T. se le añade un apelativo: “Santiago, el hijo de Zebedeo” (Mc 3, 17). Así se le distingue de otro “Santiago, el hijo de Alfeo” (Mc 3, 18), también discípulo de Jesús y también del grupo de los doce. (cfr. Hech 1, 13).
La tradición ha denominado a nuestro Santiago con el apelativo de “el Mayor”, para distinguirle de otro Santiago a quien Marcos llama “el menor” (Mc 15, 40) hijo de María, la mujer de Cleofás (Mc 15, 47) y hermano de José. Este “Santiago, el menor” seguramente es el mismo que se cita como “hermano del Señor” (Mc 6, 3) y que, por su parentesco con Jesús, fue una figura relevante, después de la muerte de Jesús, en la primitiva iglesia de Jerusalén (Gal 1, 19; 2, 12; Hech 12, 17; 15, 13).
No podemos establecer con la claridad deseada uns distinción entre Santiago el hijo de Alfeo y Santiago, el Menor; en la tradición se han mezclado y confundido los datos de ambos personajes.
En todo caso, este problema no nos afecta: Santiago, el Mayor, el hijo del Zebedeo es un personaje distinto de los otros dos Santiagos.